Retirar los tallos de las fresas, lavarlas y dejar escurrir bien toda el agua en un colador. Una vez secadas, cortarlas en dados pequeños, dejando aparte una o dos fresas picadas también en trocitos, aún más menudos. Se usarán al final de la receta.
Colocar en un bol el azúcar e incorporar los trozos de las fresas. Mezclar bien y dejar que maceren las fresas en el azúcar durante al menos 30 minutos.
Mientras tanto, lavar la naranja y secarla cuidadosamente con la ayuda de un papel absorbente. Después, rallar su cáscara y tener cuidado de no llegar a la parte blanca que amarga.
Una vez que las fresas hayan macerado en el azúcar, pasar la mezcla al vaso de la batidora. Incorpora el yogur y tritura la mezcla. Se puede usar batidora de mano o de vaso. Triturar hasta que consigas una composición uniforme.
Incorporar la ralladura de naranja y los trocitos de fresas que se habían reservado. Mezclar bien hasta conseguir que se haya integrado todo por completo.
Verter la mezcla en los moldes para helados e introducir en el congelador hasta que se endurezcan por completo. Lo ideal es que este helado casero de fresa pase por lo menos toda una noche en el congelador para que se hielen bien.
¿Soléis preparar helados caseros? ¿Cómo los elaboráis?
Espero que os animéis con ellos y los disfrutéis.
Feliz día.
Sonia.