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La vivienda que comparto hoy en el blog me parece muy especial por sus dimensiones, ya que cuenta con un total de 38 m2, todo un reto, en la que se puede observar cómo se han resuelto todas las posibles necesidades de una vivienda, gracias a una acertada distribución y al aprovechamiento inteligente de los espacios.

El estudio cuenta con cocina, baño y una habitación amplia en la que se han optimizado los metros de forma estratégica, donde se pueden distinguir tres zonas claramente diferenciadas, que son dormitorio, zona de trabajo y sala de estar, las cuales a pesar de compartir estancia común se han separado visualmente por ambientes, quedando el conjunto perfectamente integrado y donde los detalles se encargan de personalizarlos y hacerlos tan especiales.

A pesar de reunir tres estancias en una, se ha creado un entorno sencillo que presenta características de equilibrio y orden, donde todo está en su sitio y cada parte es independiente. El uso de colores como el blanco y el gris, así como introducir un material como la madera, ayudan a generar esa sensación de luminosidad, confort y bienestar.

La cocina, al ser una estancia independiente y no estar integrada en la única habitación de la vivienda, ha permitido dar mas juego, llegando a crear tres zonas en la sala principal y disponer de una cocina independiente de medidas generosas, teniendo en cuenta el total de metros del estudio, y contando con todo lo necesario, e incluso teniendo una pequeña zona de comedor.

Un claro ejemplo de que una casa puede tener de todo aun teniendo dimensiones tan reducidas y no solo eso, sino que no se tiene porque renunciar a nada, y que sabiendo cómo hacerlo se puede disfrutar de un hogar con todo tipo de comodidades, una vivienda perfecta para una única persona o joven pareja, con montones de buenas ideas para decorar espacios difíciles.

Vía

¿Te imaginabas que 38 m2 diesen para tanto? ¿Qué te ha parecido cómo se ha distribuido y aprovechado cada rincón?

Feliz día.

Sonia.