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Me hace especial ilusión compartir con vosotros el post de hoy, ya que se centra en una de los proyectos de reforma que he realizado recientemente para unos clientes que querían dar un cambio total a su cocina y a su zona de office, buscando en todo momento la funcionalidad de los espacios y apostando por una estética elegante y cuidada que permitiera sacar el máximo partido a ambas estancias.

Desde que los propietarios de la vivienda contactaron con mi estudio, Vesta Proyectos, la relación fue cercana y el entendimiento fluido, permitiéndome conocerles a ellos y las necesidades que tenían para saber exactamente lo que buscaban proyectar, facilitándoles en todo momento todo el proceso de obra, el seguimiento de la misma, así como el asesoramiento en cuanto a distribución, diseños, mobiliario y materiales se refiere.

Algo que tenían claro es que querían mucho espacio para almacenar y mantener todo en orden, y disponer de un a mesa en la cocina donde comer, estos dos requisitos eran fundamentales, y mas adelante fui descubriendo que se decantaban especialmente por tonalidades neutras y blancos que potenciaran la estupenda luz natural con que cuenta esta zona de la casa, que preferían los acabados mates, así como la sencillez y pureza de líneas, que se sentían identificados con espacios frescos y naturales, así como que la mujer de la casa se declaraba una amante de la cocina y quería tener una donde sentirse muy cómoda, teniendo todo a mano y disfrutando mas si cabe de una de sus aficiones en un espacio totalmente personalizado.

Para ello, aposté por un color gris suave de acabado efecto seda para los muebles altos y bajos, combinando en los primeros puertas ciegas con puertas vidrieras que aligeraban la composición y permitían dejar a la vista las bonitas cristalerías y piezas con las que cuenta los dueños de la casa, y en la parte baja opté por gavetas amplias que permiten mantener todo en orden, desde las cuberterías, al menaje y resto de utensilios de cocina. Para las paredes elegimos un azulejo blanco mate rectangular que genera mayor sensación de profundidad y amplitud, y para el suelo un diseño en color gris oscuro que contrasta con el tono mas suave utilizado en los muebles y encaja perfectamente con la encimera de material porcelánico donde poder trabajar de forma desahogada.

Por otro lado, querían acondicionar la estancia contigua a la cocina como una zona de comedor donde poder comer mas cómodamente cuando recibieran invitados, para lo que aprovechamos  la mesa y las sillas que tenían, dando un aire más actual gracias al uso de muebles auxiliares en tonos blancos y madera de estilo romántico, así como a la correcta elección del color de la paredes, una adecuada iluminación y detalles como la moldura de escayola que marcan la diferencia y hacen la estancia mas especial.

Dos espacios con posibilidades que bien planteados se ha sacado lo mejor de ambos, aprovechando las dimensiones y apostando por una estética donde la sencillez y un estilo suave y ligero dan como resultado una cocina y un comedor donde estar, vivir y sentir, y clientes felices.

Te invito a seguir bajando y conocer el proyecto con esta selección de imágenes que he preparado para ti.

Como puedes ver, una buena distribución que optimice el espacio y la elección de piezas apropiadas pueden dar resultados como este, creando cocinas que inviten a recibir, convirtiéndose en esa zona de la casa donde siempre acabamos reunidos, ya sea en familia o con amigos. Espero que hayas disfrutado con este proyecto y me encantará conocer tu opinión sobre el mismo.

¿Te gustaría dar un giro a la decoración de tu cocina? ¿Qué te gustaría cambiar?

Feliz día.

Sonia.