Hoy, en el blog, nos vamos de Baby Shower, a una muy especial, ya que se trata de una que organicé hace unos días para unos mellizos que están en camino, Mateo y Candela, y con la que he disfrutado de cada detalle con la futura mamá, preparando todo para que este gran día fuera inolvidable, ella disfrutara, las invitadas se sintieran mimadas, y los bebés puedan recordar algún día cómo fue la primera celebración en la que estuvieron 😉
Como para cualquier celebración, muchos eran los aspectos a tener en cuenta para que todo saliera perfecto. Todo comenzó con la elección de la fecha y la localización, ya que es recomendable elegir una fecha no demasiado próxima a la del nacimiento, puesto que puede surgir cualquier contratiempo y que no se pueda llevar a cabo, así que para mayor seguridad, elegimos el viernes 26 de marzo, Paloma, la futura mamá, no sale de cuentas hasta principios de mayo, y puesto que trae dos pequeñajos era preferible adelantarnos para no sufrir sustos, y también, para que ella se sintiera más cómoda y pudiera disfrutar del momento. En cuanto al lugar donde la llevaríamos a cabo, teníamos claro que sería su casa, ya que el espacio reunía todos los requisitos para organizar una fiesta de estas características, donde decoración y mobiliario encajaban perfectamente en mi propuesta.
Tuve algunas reuniones con Paloma, donde vi que quería una baby shower pensada para chicas, con las amigas que quería que la acompañasen esa tarde, y tras conocer ese y otros datos, me puse manos a la obra para diseñar la baby shower de Mateo y Candela, en la que tenía claro que blancos y grises serían los grandes protagonistas, donde introducir color de forma sutil con la comida y complementos naturales permitiera mantener un equilibrio cromático, suave y delicado.
Puesto que el espacio lo permitía, intenté aprovecharlo todo lo posible y crear un ambiente general compuesto por diferentes focos de atención que dieran como resultado un salón totalmente destinado a la baby shower, estando todos ellos relacionados y generando un ambiente tematizado único, donde cada punto tuviera protagonismo y cumpliera una función más allá de la meramente decorativa, en la que quiero destacar y agradecer la presencia de mobiliario y menaje de Ikea, quienes han colaborado totalmente de forma activa en la organización de la Baby Shower de M y C con la cesión de sus productos.
Para la ocasión, creé una pequeña pero coqueta zona de bienvenida con unas sillas y un pedestal decorado con laminas de frases que ambientaban y transmitían sensaciones y emociones y que se observan también en otras zonas del salón, acompañadas de pequeños arreglos florales compuestos por eucalipto y paniculatta, mi selección floral para el evento por su frescura, naturalidad y las discretas notas de color que aportan. Se aprovechó también el pedestal para colocar una cesta con unos originales regalos para las invitadas, unos jabones, por lo que servía tanto como zona para recibir como para despedir, ya que al finalizar la celebración cada una de ellas recogería su detalle. Próxima a esta zona, se colocó una pizarra dando a la bienvenida a las invitadas de una forma divertida, como si los bebés las recibieran.
Al fondo, aprovechando el amplio ventanal y la caída de las delicadas cortinas que se convierten en el perfecto marco de este escenario, se colocaron bolas de nido de abeja y un precioso banderín con los nombres de los protagonistas,y allí fue donde se montó una mesa buffet cómoda, donde las invitadas pudieran disfrutar de aquello que mas les apeteciera, dividida en dos zonas, una dulce y otra salada. Ambas zonas contaron con su propio menaje, adaptado a la ocasión y la necesidad de cada una de ellas, donde se combina una vajilla gris y blanca, colocados los platos de forma alterna para generar un discreto contraste, colocada sobre una mesa blanca sin vestir, donde salvamanteles, cestas y tablas aportan ese toque de material natural y calidez que encaja perfectamente con la porcelana de platos, fuentes y tazas, y el cristal de vasos y jarras.
A la izquierda, completando el conjunto y jugando con las alturas, opté por colocar una estantería perfecta como complemento a la mesa, creando un rincón que con su decoración y detalles ambientaba y mostraba que todo estaba pensado al detalle, donde la mami tenía su particular zona en la que se colocó una entrañable foto de ella embarazada y al lado una caja con tarjetas, pensado para que cada invitada cogiera una y pudiera dedicarle unas líneas a los futuros padres y pequeños. El toque infantil lo ponía un osito de Imaginarium dentro de una amplia caja gris, siguiendo con los mismo colores protagonistas que armonizaban el evento.
La Baby Shower fue genial, no solamente en cuanto al diseño y decoración de la misma que puede observarse en las imágenes, sino también a lo emocionante que resultó tanto para la madre como las invitadas, una tarde para ellas, donde charlar, tomar un tentempié y divertirse, previa a la llegada de los bebés, así como para vivir momentos de lo mas emocionantes con la firma de las tarjetas personales y la entrega de los regalos de las invitadas a la mamá.
Una fiesta para recordar y que cada vez se celebra mas en España, y es que cualquier motivo es bueno para reunirnos y festejar, y mas si se trata de la llegada de un nuevo miembro a la familia.
Desde aquí quiero agradecer a Ikea su aportación para llevar a cabo este evento, con la cesión del producto que fue necesario, así como dar las gracias a los futuros padres, Ramón y Paloma, por confiar en mi para esta ocasión.
Espero que os haya gustado la organización y el resultado, y me encantará conocer vuestras opiniones en cuanto a la misma.
Encuentra mas inspiración de Baby Shower Aquí.
Podéis contactar conmigo a través de este blog dejando vuestros comentarios o bien en las redes sociales