La casa que vamos a descubrir hoy pertenece a la estilista y fotógrafa Daniella Witte y en ella vamos a ver reflejada su estilo más personal, donde podemos observar un equilibrio estético tanto en tendencias como en el uso de tonalidades, aspectos que confieren una pronunciada sensación de confort y elegancia, pero donde también descubrimos pinceladas de líneas industriales que contrastan, al mismo tiempo que combina y auna perfectamente con el resto de la estética principal.
Apuesta por la tonalidades suaves, donde los colores protagonistas son el blanco por excelencia, coordinado con una amplia gama de grises y tostados principalmente en complementos, y alterna notas intensas de negro en zonas concretas, consiguiendo una uniformidad al mismo tiempo que resalta y genera contrastes de los mas suaves y delicados, asi como con el más oscuro de la paleta. Dicho uso estratégico del color trasmite serenidad y distinción.
El uso en abundancia de un material natural y noble como la madera llena de calidez todos los espacios, pudiéndolo encontrar en suelos y diferentes piezas de mobiliario robustas y con carácter. La presencia de textiles de calidad, combinando diferentes texturas, enriquece los espacios y los llena de calor.
La casa en general, goza de un buenísima iluminación natural, todo ellos gracias a los amplios ventanales de los que dispone la vivienda y siendo potenciado por las paredes blancas que rodean todas las estancias, responsables de aportar mayor luminosidad, así como de generar un efecto visual de amplitud espacial, algo que no es un problema, ya que cuenta con estancias amplias y bien distribuidas.
Podemos percibir ciertos toques industriales, como puede ser en una de sus paredes que ha quedado acabada con ladrillo visto en color gris, algo muy característico de esta tendencia, o bien en la cocina que cuenta con una placa de gas, electrodomésticos y accesorios en color acero, y fuerte presencia de madera en color negro combinada con baldosas blancas, aportando como broche final una isla central cuya encimera, al igual que la de los muebles es de hormigón, una fusión de materiales de estilo retro pero de aspecto renovado.
En el baño, las paredes y el suelo se han revestido con mosaico que presenta un aspecto como de mármol envejecido, dando forma a una singular bañera de obra que queda perfectamente integrada en la composición.
Una casa pensada para vivir y disfrutar, donde los detalles cuentan y transforman cada rincón en zonas especiales diseñadas con mimo. Algo característico de la casa y que muestra su aspecto al exterior, es la puerta de entrada, en madera, de gran tamaño y con cuerpo, una pieza que hace presagiar que su interior está repleto de un interiorismo sobresaliente y agradable.
¿Qué os parece la casa de esta famosa fotógrafa? ¿Os sentís identificados con esta línea de estilos y tonalidades?
Feliz día.
Sonia.
Fuente: Sköna hem; Fotografía: Daniella Witte.
