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Llegamos al momento creativo del mes, un nuevo post en el que os propongo un DIY con el que pintar y personalizar unas simples tazas, convirtiéndolas en elementos con estilo, divertidas y originales que invitarán a disfrutar de bebidas calientes durante los días fríos sin renunciar al diseño en ningún momento.

Las propuestas decorativas hechas por uno mismo vienen pisando fuerte, cada vez se encuentran más y mejores ideas con las que innovar y customizar nuestros espacios, plasmando nuestro toque personal. Quizá sea debido a la crisis, ya que suelen suponer un coste reducido su realización, o bien porque necesitamos descubrir y desarrollar nuestro lado mas creativo, pero lo que está claro es que el «hand made» está de moda.

Existen muchas posibilidades para decorar nuestras tazas, pero he optado por el diseño de la letra inicial de nuestro nombre ya que me resulta elegante y característico y refleja perfectamente el concepto de conseguir una pieza identificativa que nos haga sentir especiales. Puede convertirse en una actividad ideal para realizar en familia y que cada uno de los miembros que la compone realice la suya.

Para esta tarea vamos a necesitar: 

– Tazas blancas (Pueden ser de diferentes formas y tamaños, pero si es aconsejable conseguir tener un juego completo de las mismas características estéticas)

– Tijeras

– Lápiz o bolígrafo

– Cinta adhesiva

– Papel de calco

– Plantillas de iniciales

– Rotulador de punta fina especial para pintar porcelana.

1) Comenzaremos recortando cuadrados alrededor de las distintas iniciales que vayamos a necesitar y cortamos el papel translucido a la misma medida aproximadamente. Juntamos ambos, asegurándonos que la plantilla quede encima del papel de calco, y este a su vez mantenga el lado oscuro hacia abajo quedando directamente sobre la taza. Los fijamos a la taza mediante el uso de cinta adhesiva que nos asegure la correcta sujeción para el paso siguiente.

2) Utilizando el lápiz, trazaremos la letra y la repasaremos tantas veces como sea necesario hasta conseguir que se fije el dibujo en la taza.

3) Retiramos la plantilla y el papel con precaución. Haciendo uso del rotulador especial repasaremos la letra hasta alcanzar cierto grosor en la linea y posteriormente rellenaremos la letra con trazos diagonales incompletos que sigan la misma dirección, consiguiendo un efecto enmarcado por el contrate de tonos entre el borde y el interior.

4) Tras esto, dejaremos secar 24 horas. Una vez secas, las introduciremos en el horno a 300º durante 35 minutos para asegurarnos que la tinta se fija y nos permite hacer un uso cómodo de las tazas evitando borrados o desgastes.

5) Limpiaremos los restos que hayan quedado del papel de calco, ya que estos salen con facilidad tras todo el proceso, consiguiendo unas tazas limpias y perfectamente diseñadas para utilizar una y otra vez sin problemas.

Estas tazas de diseño monograma pueden convertirse en un detalle especial para regalar, son coquetas y suelen gustar muchos los caprichos personalizados. Eso si, si decidís obsequiar a alguien con una de estas os recomiendo introducir en su interior alguna delicia dulce que siempre pueda acompañarle con una buena taza de café 😉 

¿Qué os parece esta nueva idea para crear vosotros mismos? ¿Os gustaría recibir un regalo de estas características? ¿Qué opináis del diseño con la inicial? Me encantará conocer vuestra opinión y si os animáis a llevarlo a la práctica poder ver el resultado, sería genial.

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Muchos besos!!!

Fuente: Design Mom