Las velas son un complemento imprescindible en muchas decoraciones, pero si hablamos de estilismos navideños, se convierten en un elemento clave que no pueden faltar. Su luz tenue y sombría, proporciona ambientes cálidos y acogedores, con cierta grado de romanticismo y confiriendo mayor intimidad a los espacios.
No se trata de una simple forma de iluminar rincones especiales o resaltar zonas concretas, va más allá, es una especie de filosofía decorativa con la que no solo decoramos, gracias a sus variados y sugerentes diseños creando modelos individuales o compuestos, sino que a través de ellas generamos ciertas sensaciones de bienestar, de hogar y de ambientes cuidados y tratados con mimo.
Las opciones en cuanto a líneas de diseño, tamaños, formas, efectos ópticos, tonalidades y otras características especiales son muy amplias. Se pueden utilizar de un único modelo, o bien alternarlos de diferentes grosores o colores, usarlos de forma independiente, esparcidas generando diversos focos de luz, o bien realizar composiciones más complejas donde podamos innovar y sorprender.
En Navidad, es muy frecuente encontrarnos composiciones artísticas como pueden ser centros o realizarlos nosotros mismos utilizando diferentes adornos (flores, piñas, frutos secos, bolas decorativas, elementos vegetales, etc.), todos ellos combinados con velas que iluminan y crean un haz de luz a su alrededor. Creaciones elegantes que resaltan nuestras mesas en días festivos con un toque especial y distinguido, en los que está permitido combinar diferentes materiales y accesorios ya que cada uno de ellos hace que la composición adquiera un significado.
Pueden utilizarse en todo tipo de estancias, dependiendo nuestra elección del estilo que predomine en cada un de ellas. Las aromáticas son perfectas por las sensaciones que transmite el olor que desprenden, siendo aconsejable seleccionar su aroma dependiendo de la atmósfera que pretendamos o necesitemos crear, si requieren mayor tranquilidad o actividad, ya que algunos olores invitan a la relajación, o bien proporcionan mayor necesidad de movimiento, o simplemente nos generan un estado agradable en el entorno donde nos encontramos.
Los soportes que podemos utilizar son de los más variados, pudiendo optar por candelabros en el caso de las mas largas y estilizadas, ideales para presidir mesas de fiesta, bien utilizar jarrones de cristal en diferentes tamaños y grosores y jugar con los mismos de las velas, utilizar farolillos e introducir las de menor tamaño y planas en su interior, vasos forrados de lana que el estar rodeados de ese material tan confortable confieren calor de hogar y suavizan la luz, colgadas del techo en vistosas guirnaldas, así como cualquier tipo de recipiente que nos sirva de apoyo y proteja del fuego de la vela.
Su luz mágica y misteriosa se convierten en el detalle perfecto en estas fiestas para aderezar los ambientes hogareños y festivos, donde la sencillez suele ser un arma que embellece y enriquece los espacios, creando sombras y sensación de profundidad en las diferentes estancias.
¿Os gusta decorar con velas? ¿Cuáles son vuestras favoritas? ¿Las utilizáis en ambientes de inspiración navideña?
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Muchos besos!!!
Imágenes: DigsDigs y Martha Stewart.