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La hortensia es un arbusto de hoja caduca con vistosas flores que crecen en forma de atractivos racimos, no solo por su formato sino por por amplia variedad de colores que ofrecen, llenando de color y alegría todos aquellos rincones donde estén presentes. 

Es originaria de Asia y la especie más común que solemos encontrar es la Hydrangea Macrophylia, a pesar de ser muchas las variedades existentes. Normalmente crece en zonas de exterior, pero también puede ser situada en espacios interiores hasta la etapa de floración.

Necesitan gran cantidad de agua, por lo que su riego deberá realizarse a diario, a no ser que se encuentren en zonas donde las lluvia sean abundantes y pueda permitirse prolongar el tiempo de falta de regado. La poda también es necesaria para su mantenimiento y reproducción, y es aconsejable que se realice tras la floración. En el caso de optar por colocar el esqueje en una maceta, será necesario trasplantar la hortensia tras la primera floración. Si decidimos ubicarla en un jardín esta acción no será necesaria, pero en cualquiera de los dos casos ha de realizarse en otoño o primavera.

El suelo debe ser rico en nutrientes, ácido y  húmedo, pero sin excesos, evitando encharcamientos que ahoguen la planta, y eso se consigue a través de un buen drenaje que nos lo garantice. No soportan bien ni las heladas ni las temperaturas excesivamente altas, por lo que no deben ser expuestas directamente al sol, sino permanecer en lugares en los que encuentre semi-sombra. En zonas muy frías estas deberán permanecer en espacios de interior.

Según van creciendo, su follaje va cogiendo peso, ya que son muchas las flores que contiene cada ramillete y por lo tanto tienden a ceder. En esos casos, es aconsejable que coloquemos las cañas que sean necesarias con el fin de enderezarlas. Los insectos más comunes que pueden atacarla son el pulgón y la araña roja, los cuales combatiremos con el uso de insecticidas y acaricidas específicos.  En el caso de aparición de enfermedades, como hongos o manchas deberemos informarnos y utilizar determinados fungicidas que eviten el deterioro del arbusto.

Una vez que florecen, sus flores se mantienen en condiciones óptimas hasta cuatro semanas aproximadamente. Estas se caracterizan por presentar vistosos y atractivos coloridos, que van desde el blanco, al verde, al rosa o al azul, encontrando diferentes tonalidades e intensidades dentro de estas gamas. Quizá el tono más llamativo sea el azul, el cual tiene su origen en suelos muy ácidos y con una alta proporción de aluminio, siendo ese el motivo por el que adquiere ese sugerente color.

Se utilizan mucho en decoraciones, ya sea de casas, interiores o exteriores, y en eventos, siendo de hecho las protagonistas de muchas bodas, con las que se crean delicados y románticos ramos de novia. Con ellos podemos crear sencillos y elegantes arreglos florales que llenen de luz y alegría diferentes rincones, poniendo una nota de sensibilidad, naturaleza y estilo.

¿Os gustan las hortensias? ¿Conocíais esta flor? ¿Las habéis utilizado alguna vez para decorar algún espacio?

Feliz día.

Sonia.