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Las botas y calcetines navideños son un complemento imprescindible a la hora de decorar la casa, unos elementos sencillos que gracias a sus diseños y materiales llenan de vida, ilusión y calidez cualquier rincón donde se coloquen. Como siempre, hago incapié en que  debemos cuidar hasta el último detalle, y la Navidad es una época especial que  requiere mayor atención si cabe, donde potenciemos nuestro estilo e imaginación.

Los podemos encontrar de diferentes formas, materiales, tamaños, texturas y estampados de lo más novedosos, con el fin de conseguir los que más se adapten a la decoración de nuestro hogar, buscando un determinado color o a una tendencia decorativa. Los hay más largos o cortos, basándonos principalmente en esta característica para distinguir entre bota o calcetín.

Según su tamaño podemos aprovechar para esconder regalos en su interior más o menos grandes, pudiendo incluso utilizarlos para colocar mini sorpresas que los más pequeños puedan encontrar a lo largo del més de diciembre que aumente su ilusión por estas fiestas, o simplemente colocar algunos detalles por Navidad o Reyes.

Dejo a vuestra elección comprarlos, en las tiendas encontraréis modelos muy bonitos y elaborados, o realizarlos vosotros mismos, ya que no es una tarea demasiado complicada y os permitirá customizarlos. Para los que os gusten las manualidades os explico brevemente los utensilios necesarios y su proceso de elaboración:

– Tela: fieltro u otra tela diferente, según el estilo que pretendamos conseguir. Lisas o estampadas, tan variada como deseamos, de uno o varios colores.

– Tijeras

 – Hilo

– Máquina de coser

– Lazo (para colgar la bota)

1. Debemos conseguir una plantilla y cortar dos piezas iguales de tela.

2. Una vez cortado, se cosen a máquina los bordes por la parte interior y rematamos la abertura que nos quedará en la parte superior.

3. Una vez terminado, damos la vuelta a la bota y le cosemos un lazo o cuerda en la parte trasera superior de donde la colgaremos, siempre y cuando deseemos colgarla.

4. Todos los adornos adicionales que pretendamos colocar se pueden coser y conseguir un aire más elaborado y personalizado.

Podemos colocarlos en cualquier lugar que imaginemos, apoyados en cualquier rincón o sobre un mueble, o colgados del pomo de una puerta, de una pared, de la chimenea, e incluso del árbol de Navidad. Dar rienda suelta a vuestra imaginación porque es un adornos muy agradecido que vestirá más la estancia donde se utilice.

Como toque final, una buena idea puede ser adjudicar a cada miembro de la familia un calcetín y poner su nombre en ellos, de forma que potencia la sensación de hogar y de unión familiar.

¿Os gustan este tipo de detalles para vuestra decoración navideña? ¿Soléis contar con ellos en casa? ¿Preferís comprarlos o hacerlos vosotros mismos?

Imágenes: Living at deco, decoración 2.0.

Muchos besos!!!