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Las flores son ideales para decorar cualquier ambiente, son un elemento natural perfecto para llenar de colores y aromas nuestra casa. Por ello, es conveniente tener en cuenta algunos detalles que nos ayudaran a realizar con éxito un arreglo floral.

Debemos tener en cuenta el color de las paredes del lugar donde deseemos colocar las flores, pues la combinación entre ambas puede ser arriesgada. Las paredes con tonos fuertes es conveniente coordinarlas con flores de una misma gama cromática para no recargar el conjunto. Sin embargo, en el caso de las paredes en tonos suaves y neutros podemos arriesgarnos a utilizar colores más intensos consiguiendo el contraste.

A veces es complicado acertar en la elección de las flores y el jarrón o soporte, pero un truco que nunca falla es elegir ambos en colores similares. Las de tallo alto y puntiagudas quedan mejor en jarrones estilizados, que realcen su longitud. Para las cortas y redondeadas es mejor optar por floreros ovalados.

En cuanto a los recipientes, podemos convertir en jarron cualquier recipiente cotidiano. Según el soporte conseguiremos un efecto determinado, ya que de él depende, en cierta medida, el estilo de nuestra composición. Puedes utilizar una sopera, un cendelero, un azucarero, bonitos frascos de cristal, piezas de la cristalería…  Mezclar diferentes formas, tamaños y materiales puede ser un gran acierto. Todas las opciones son válidas, solo tienes que lograr la más atractiva y sugerente.

Las copas y vasos que se nos quedan desparejadas pueden sernos de gran utilidad para lucir las flores con encanto. Será perfecto tanto si son del mismo estilo o de diferente época, creando un efecto sencillo, natural y de lo más chic. Si estas además son de cristal labrado o nacarado este será mayor. Para resaltar alguna pieza concreta, apuesta por las composiciones sencillas y minimalistas, recuerda que menos es más.

Otra opción, es utilizar como base superficies de espejo y colocar pétalos, flores e incluso los jarrones, haciendo que estos se multipliquen y creando un efecto voluminoso.

En cuanto a la composición, es preferible no recargar los ramos y hacer varios arreglos florales, aunque sean del mismo tipo, donde se puedan apreciar las especies utilizadas y la mezcla entre ellas de forma sutil.

Para conseguir resultados más románticos, aunque las flores por si mismas transmiten sensibilidad, podemos usar velas para completar nuestros diseños, haciéndolos más delicados y elaborados.

Así que aprovechando la época en la que estamos, puede ser una buena idea salir a pasear al campo y hacernos  con algunos ramilletes de flores que nos ayuden a decorar  algún rincón aburrido y vacio de la casa, llenándolo de alegría y vitalidad.

Imágenes: Mi casa y Casa diez.

Muchos besos!

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