Masshiro es un término japonés, «Mass» (puro), y «hiro» (blanco), que traducido al castellano sería «blanco puro», un concepto perfectamente pensado para trasmitir la pureza del arte japonés llevado al ámbito de la naturaleza y las flores, enfocado a la evolución de las mismas y las emociones que despiertan, algo con lo que ha sabido jugar perfectamente Javier Castedo, artífice y creador de Masshiro, flores y mas, una empresa dedicada la la creación de arreglos florales que ha sabido adaptarse a las necesidades y exigencias de sus clientes.
Me hace especial ilusión compartir con vosotros el trabajo de compañeros y amigos que destacan en su sector, y para esta ocasión, como os comentaba anteriormente, quiero hablaros de Masshiro y del trabajo que realiza. Así que hace unas semanas, aprovechando que estaban realizando la decoración floral para la inauguración de un nuevo restaurante que estaba a punto de abrir sus puertas en Madrid, para allá que me fui, a descubrir el nuevo establecimiento, del que luego os hablaré porque merece la pena mencionar, y a ver a Javier trabajando en un encargo de esas características, aprovechando de paso para charlar un ratito con el, hacerle unas preguntas y poderos contar mas acerca de el y su negocio.
Javier, es un claro ejemplo de emprendedor, una persona renovada, ya que hasta hace unos años, el se dedicaba a un mundo totalmente diferente, y un buen día decidió dar un giro a su vida. Sentía atracción por la fotografía, hobby que le llevó a formarse en este campo y le permitió estar en contacto con el arte de la composición, lo que despertó su mente creativa y de forma espontánea descubrió su amor e inquietud por las flores, pasión que con el tiempo se convertiría en una forma de vida, de ser feliz, sentirse plenamente realizado y hacer lo que realmente le motivaba.
Comenzó en el mundo de las flores con el arte floral japonés (Ikebana), una afición que para el suponía una forma de relajarse y estar en contacto con la naturaleza. Poco a poco, va creciendo y formándose, perfeccionando la técnica, los estilos y conociendo las tendencias, y comienza a contemplar variadas posibilidades decorativas, fusionando el arte occidental con el japonés, ofreciendo una visión diferente de un negocio de floristería, innovando e intentando ir mas allá, momento en el que convierte su hobby en un negocio con nombre propio: Masshiro.
Apuesta por una imágen minimalista, muestra de ello es su singular logo, donde blancos, negros y grises dan forma a una imágen basada en la cultura japonesa. Y aunque ese es el orígen de este proyecto, no se ciñe a esa estética, Masshiro da forma a todo tipo de creaciones y estilos, ofreciendo al cliente aquello que necesita, aportando su particular toque de creatividad floral en todo tipo de eventos, desde particulares a otros sociales, ya sean bodas, presentaciones, reuniones de empresa… Jugando en todos ellos con el color, el estilo y el ambiente, y aportando en todos su toque personal. Cuando hablo con Javier, hace especial hincapié en que los encargos que proceden de empresas le permiten realizar composiciones únicas y muy especiales, ya que intentan adaptar en todo momento el diseño creado a la imagen de la empresa, teniendo en cuenta componentes como la marca, el logo, la actividad que desarrolla, así como los valores que la identifican y definen.
Su inspiración la encuentra en la naturaleza, y es precisamente en esta época del año en que nos encontramos, la primavera, cuando todo resurge, capaz de inundar de vida y color los espacios y favoreciendo la puesta en marcha de ideas y desarrollarlas. Le pido que nos proponga flores por las que apostar durante estos meses, y sin dudarlo me recomiendo optar por las de origen bulboso como pueden ser tulipanes, narcisos o jacintos, entre otras variedades. Como os comentaba al principio, nos encontramos en una restaurante, cuyo nombre es Le Cocó, ubicado en Calle Barbieri 15, en el madrileño barrio de Chueca, y que por aquellas fechas todavía no había abierto sus puertas y las imágenes que estáis viendo en este post son de los días previos a la inauguración, momentos de caos y prisas por tener todo a punto, pero en las que se observa que la estética del local promete, es atractiva y se han cuidado todo tipo de detalles. Cuenta con una decoración de estética mediterránea, inspirada en la naturaleza, con cierta tendencia vintage, donde la madera y los elementos naturales juegan un papel protagonista. Masshiro se encargó de realizar unos vistosos centros en los que utilizó eucalipto, mimosas y girasoles, jugando con el color amarillo, una tendencia decó de esta temporada, y apuesta por los girasoles porque a Esteban, propietario de Le Cocó, le apasionan. Como dice Javier: «Al realizar un encargo para alguien que conoces puedes jugar con sus gustos y emociones». Los soportes utilizados para los centros son unas bonitas y vistosas cestas, elemento que recuerda al campo y potencia ese efecto de frescura, tradición, proceso artesanal y naturaleza, encajando perfectamente con las bases verdes frondosas y ese toque de color vibrante que aporta el amarillo.
Por todo el local también se encuentran olivos, toques florales de jazmín en las ventanas, así como un abundante uso de plantas aromáticas como tomillo, romero, lavanda, salvia o albahaca, que aportan esa nota campestre a la decoración y que tan agradable resulta.
Esta es tan solo una muestra de los trabajos que realizan en Masshiro, espero que os haya gustado su estilo, su historia y hayáis podido percibir la delicadeza con la que realiza todos y cada uno de sus proyectos, un profesional, artesano, con una gran creatividad y que adora su profesión. Para conocer mas, os recomiendo visitar su página web, donde descubriréis todas las cosas tan bonitas que hacen. Y desde aquí tengo que decir, que sus bouquets para novias son mi gran debilidad, ¡son preciosos!
Un abrazo Javier y enhorabuena por todo lo que haces.
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